Masoquismo español

Francia estima que sólo hay 50 etarras, pero ello no es obstáculo para que en los medios se hable del “mundo” etarra. Siempre ha habido una tendencia masoquista en los medios españoles para engrandecer a la ETA, magnificarla y prestarle una gran cobertura mediática y publicitaria. Nunca he leído una autocrítica al respecto, ni la espero.

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Habrá que pedirle permiso a Amaiur y a los sindicatos vascos para detener y juzgar a los asesinos etarras. Habrá que pedirles permiso para intentar juzgar los más de trescientos asesinatos no resueltos. A cambio, eso sí, dicen que “se comprometen con la paz.” A esta canción sólo le faltan las guitarras litúrgicas. Habrá que preguntarle al PNV que sabe mucho de estas músicas.

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En un país donde la elección de cargos de responsabilidad a dedo es una práctica común y endémica llama la atención los llantos que se escuchan cuando a uno de estos elegidos lo ponen en la calle por el mismo método con que alcanzó el apetecible puesto: a puro dedo. Ni siquiera para eso conseguimos ser un poco coherentes.

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La encuentro tan desfigurada por la edición digital que ignoro si esta señora es Alaska o alguna otra pechugona que pasaba por allí. En cualquier caso, cómo gusta en este país la manipulación de fotos.
El gusto por el chismorreo viene incorporado al genoma nacional y no parece conveniente hacer nada contra esto pues se corre el riesgo de que se incremente el desempleo, tanta gente vive de ello.

Satrapía marroquí

Servidumbres de la política: el primer viaje oficial del presidente de Gobierno, a la satrapía de Marruecos. De aperitivo, una ofrenda floral a la tumba del sátrapa padre.
A lo mejor el señor Rajoy se va a ocupar de qué hacer con todos los súbditos marroquíes que delinquen en España, un problema del que se habla poco pero que a todos nos consta.

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El problema de Mourinho no radica en que su equipo pierda los partidos frente al Barcelona sino en que su rival, Guardiola, lo deja en evidencia, con su modestia y prudencia, cada vez que gana. Al final es un problema de educación y buenas maneras, algo que en el Madrid se daba por supuesto hasta que llegó el tandem Mourinho & Florentino. En una palabra: deportividad. Algo que ha desaparecido por completo en el equipo blanco.

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Esta deliciosa versión de So long Marianne, de Leonard Cohen, a cargo de Russian Red, que hoy nos regala El País.

Automedicarse

Considero muy pedagógico que los jueces prueben de su propia medicina. Es muy cómodo aplicar sentencias parapetados tras leyes de dudosa legitimidad y a otra cosa mariposa. No, los jueces deberían conocer de primera mano las consecuencias que producen sus sentencias.

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Garzón descubre América: “Los abogados jugaban un papel básico en el blanqueo”. ¿Y cuándo no, don Baltasar? Los chorizos no tienen costumbre de manejarse entre códigos legales.

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Llevo varios días leyendo “la ley Sinde de Estados Unidos” (El Mundo). Nunca la señora Sinde hubiera imaginado verse en el papel de legisladora del Imperio. Ella, cuya máxima aspiración era que la invitaran gratis total a la ceremonia de los Oscar.

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Rihanna por aquí, Rihanna por allá. Es mona, sin duda, pero se está exagerando un poco lo de su despampanante sensualidad. Hay que ver el juego que da esta mujer.

Fraga el nacionalista

El féretro de Manuel Fraga Iribarne cubierto con la bandera de Galicia. El nacionalismo gallego de Fraga perfectamente subrayado. Si Franco levantara la cabeza...

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Fraga, Carrillo. Carrillo, Fraga. El fascista colabora con el estalinista y el estalinista con el fascista. Se cubren mútuamente y casi todos lo celebran en aras de la concordia. Menuda pantomima!

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Muere Txillardegi, socio fundador de la ETA y El País es capaz de publicar un obituario en el que se obvia el dato. Pelillos a la mar.

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Imagino que este Carles Pujol que acaba de morir será el mismo que firmaba sus libros como Carlos Pujol.
Muchos titulares aludiendo a su condición de miembro del jurado del premio Planeta desde hace cuarenta años. Es triste que se destaque ese detalle en un hombre que escribió un buen puñado de libros, pero así es la justicia poética. Alguien capaz de formar parte del premio literario más corrompido de España merece eso y más.