Justicia, no perdón

Que la ETA o la izquierda proetarra pida perdón a sus víctimas carece de valor. Allá cada cual si cree en el arrepentimiento de los asesinos. Ese es un argumento que les podrá servir a algunos pero, de cara a la sociedad, no importa nada. Los obispos y el clero y los creyentes que sigan con sus demandas de perdón. Es su problema. A mí el perdón de esta gente no me sirve para nada. Lo único que me sirve es que se haga justicia. Ese es el único perdón válido. Que se haga justicia, que se clarifiquen y juzguen todos y cada uno de sus crímenes y, por descontado, que se disuelva la banda terrorista. Todo lo demás, toda esa pantomima que lleva a cabo la izquierda proetarra, toda esa farsa y puesta en escena, todos esos comunicados plañideros y vomitivos, cuando no desafiantes, que se los metan por donde les quepa. La justicia es el mejor perdón. Que se sometan a ella.

Patético López

Las declaraciones de Patxi López al diario proetarra Gara ponen en evidencia, una vez más, su patetismo. Se muere por congratularse con los etarras y es incapaz de disimularlo. Esto en él es normal. Su problema es que para mantenerse en el cargo necesita a los fachas del PP y, por muchos esfuerzos que hace, los fachas del PP no lo tiran por la borda como sería de justicia. Y no lo hacen por patriotismo. Ni más ni menos. El patético López lo sabe. Sabe que los del PP son patriotas y no le darán la patada en el culo que se merece. Entonces el patético hombrecillo juega.  Juega y  abusa. Si será patético López que en el fondo de su subconsciente alberga la esperanza de que podría mantenerse en el cargo, o al menos en lo alto de la pirámide, mediante un pacto con los proetarras. Pero, no nos engañemos.  Al final del hilo el problema no es Patxi López, el problema es el PSOE o, lo que es parecido, el problema es media España. Es así de crudo.

Los olvidos del PNV

Urkullu ha sacado a su muñeca de porcelana del almacén y la ha puesto a decir sandeces. Contra España, naturalmente. Así doña Izaskun Bilbao ha dicho que la marca España es un lastre para la economía vasca. Hasta hace unos años, cuando la cosa pitaba, no les parecía a los del PNV que estuvieran sufriendo lastre alguno sino que, por el contrario, estaban encantados de que las arcas forales engordaran. Después se debieron contagiar de la imbecilidad política de ZP y colaboraron activamente para que el susodicho engordara la deuda, totalmente ajenos, al parecer, al hecho de que el lastre vasco también se estaba poniendo muy fornido. Tampoco se acuerdan ya de los treinta años de terrorismo que ha sufrido su querida Euskadi que, es de suponer, tampoco han sido un aliciente para que la economía pitara como una olla a presión. Ni siquiera se acuerdan de que al menos durante dos legislaturas, ellos gobernaron con el apoyo de los pistoleros. Y se les ha borrado de la cabeza que la organización de la capucha todavía existe aunque sea en estado de latencia. Ocurre que esta gente del PNV se toma demasiado en serio lo de vivir al día y se olvidan de las cosas con una facilidad que rozaría la ternura de no ser porque aquí ya nos conocemos todos hace tiempo.

Una izquierda preocupante

No por esperada es menos preocupante la respuesta de la izquierda española a la sentencia condenatoria del juez Garzón. Queda claro que la izquierda española no entiende la democracia y el estado de derecho de la misma forma que el resto del mundo liberal. Lamentablemente la comprensión de la democracia que tiene la izquierda española se parece más a la de los estados totalitarios. Hasta Franco creía que lo suyo era una “democracia”. Si la izquierda española no es capaz de comprender que un juez no puede espiar las conversaciones entre los imputados y sus defensores –algo que está al alcance de cualquier estudiante de primero de Derecho- ello quiere decir que en España tenemos un gravísimo problema político. Un problema político que se superpone a la crisis económica, con ser esta de primera magnitud.

No es creíble que Garzón no supiera que estaba infringiendo la ley cuando ordenó las escuchas. No es creíble que Garzón quisiera suicidarse profesionalmente, aunque esto no deja de ser una hipótesis razonable. Quién sabe lo que se esconde en el fondo de la mente de un hombre. Habrá que concluir entonces que al juez Garzón no se le pasó por la cabeza la posibilidad de que fuera denunciado o, si se le pasó, nunca creyó que algún tribunal se atreviera a condenarle.

Una sentencia como esta era imprescindible para que los garzones del futuro se lo piensen antes de infringir la ley y los principios básicos de la democracia liberal. Pero la mentalidad totalitaria de la izquierda española no parece que pueda solucionarse con una sentencia judicial. Y eso si que es letal para la nación.

Tocahuevismo francés

Ya se ve que los medios españoles, claramente sobredimensionados, no tienen mejor cosa de qué ocuparse. Como de costumbre, van a lo fácil. De otra forma no es comprensible su reacción a los muñecos de Canal Plus Francia. ¿Todavía no se han enterado de que los franceses son tocahuevos profesionales? No es que les toquen los huevos a los españoles. ¡Es que se los tocan a los propios franceses! Cualquier francés con una pizca de poder se cree con derecho a tocarle los huevos al que se le ponga a tiro. Ellos son así. No hay que darle mayor importancia. No pueden con los éxitos deportivos de los españoles, sobre todo en el Tour y en el Roland Garros. Los franceses no sólo han hecho de estas competiciones sendos negocios nacionales sino que, además, pretenden ganarlas. Y cuando no lo consiguen les pudre la envidia. Mejor haría la prensa española en sanear su propia credibilidad que en darle bola al vicio galo.

Y dale con el Guernica

 
Prosiguen Anasagasti y compañía erre que erre con traerse el Guernica de Picasso a la localidad vizcaína del mismo nombre. Habría que recordar que, con anterioridad al bombardeo de la ciudad de Guernica, el gobierno de la República decidió encargar a Picasso una obra, que recordara la causa republicana en la guerra civil, con destino al pabellón español de la Exposición Universal de París de 1937. Trayendo el cuadro a las Vascongadas se desvirtuaría su finalidad original de servir a la causa republicana para ser sustituida por un alegato nacionalista. Doctores tiene la santa causa que se ocuparían de ello.

Contra lo que pudiera pensarse no se trata, además, de provincianismo puro y duro, sino que detrás, como es habitual entre nacionalistas, hay afán mercantil.  Dudo mucho que, de consumarse el tránsito, pudiera verse el puzle picasiano sin pasar previamente por taquilla. La experiencia del Guggenheim –el museo más caro de España- así lo demuestra.

Por si ello fuera poco, el Guernica no es sólo el Guernica sino, sobre todo, las docenas de bocetos y pequeñas composiciones que ejecutó el artista como preparativos y colofones para su mitificada obra. En lo que a mí respecta podían traerse éstos y dejar el megaposter donde está. Pero claro, no es lo mismo. El público, la taquilla, la provincia, no ama lo pequeño sino lo grande, lo grandilocuente, lo épico.

Coqueteos y censuras

A la iglesia vasca le han prohibido un anuncio publicitario en la ETB mediante el que pretendían, los muy osados, hacer saber a los padres que pueden elegir la asignatura de religión para sus hijos. Me divierte cuando los laicistas se ponen estrechos y se la cogen con papel de fumar. Ahora alegan “libertad de expresión” y no sé qué otro fetiche progresista. Pero la iglesia vasca, ay, está recogiendo lo que sembró durante décadas. Tantos años coqueteando con el nacionalismo y el progresismo originan estas imposturas. Tanto el nacionalismo como el progresismo son religiones en sí mismas. Nada extraño que no quieran competencia. Lo peor es que las generaciones jóvenes son cada vez más ignorantes. Hace tiempo que la mayoría de los alfabetizados lo ignoran todo sobre Abraham, Moisés, Salomón o el santo Job. Muchos creen por aquí que Jesucristo fue una especie de Josu Ternera.

Tiempo de penitencia

Me alegra la victoria de Rubalcaba porque supongo que la superpervivencia del PSOE es necesaria para el normal funcionamiento de la democracia. Y digo supongo porque no lo tengo nada claro. Lo que sí tengo claro es que una victoria de Carme Orgasmitos Chacón y su perfecta vacuidad política hubiera sido un golpe muy fuerte para la continuidad de este partido. El PSOE se ha aplicado la máxima ignaciana de no hacer mudanza en tiempo de crisis. Siguiendo con san Ignacio lo que le correspondería ahora es cumplir una larga penitencia. El padre Rubalcaba puede ser un buen flagelador. En la composición de su ejecutiva ya lo ha demostrado.

Urkullu, estresado

El señor Urkullu, jefe del PNV, está de los nervios. El hombre ya no puede con la vida de seguir un minuto más en la oposición mientras el lugar que él cree suyo (la presidencia del Gobierno vasco) lo ocupa un maketo, aunque sea un maketo que más parece un nacionalista. El señor Urkullu ha dicho que el País Vasco está en quiebra porque se lo ha soplado el submarino que tienen infiltrado en el Gobierno vasco. Rápidamente ha salido el señor Basagoiti, jefe del PP, y el más firme sostén de López, para recomendarle que se tranquilice.
El problema del señor Urkullu es que tiene mucha imaginación y ésta le está haciendo una jugarreta. El problema del señor Urkullu es que no lo ve nada claro. Por un lado, como he señalado, le reconcome ver al maketo López en Ajuria-Enea, así que está pidiendo elecciones adelantadas. Por otro, algo le dice en el fondo de su cerebro que, a lo peor, no gana esas elecciones o, lo que es equivalente, el triunfo no le sirve para ser lendakari. En esta circunstancia tendría que pactar y en la elección del socio pactante se le va la cabeza de puro vértigo. Amén de que también otros podrían pactar. La verdad, no me extraña. En el caso de Urkullu tener que elegir entre Otegi/Garitano/Rufi y Basagoiti debe ser como para ponerse de valium hasta las cejas.
Pero algo tendrá que hacer porque como siga desvariando de esta forma nos va a matar de risa.

Camps y la Macarena

Hay que resignarse a la evidencia. Siempre será mejor que el señor Camps se haga acompañar de la Macarena que de sus amiguitos corruptos. Pero seguimos con el detestable hábito de mezclar religión y política. El señor Arenas, el alcalde de Sevilla, el propio PP están en su derecho a hacer de su capa un sayo pero quiero creer que somos muchos los que estamos empezando a sospechar que las críticas que el PSOE le hacía al PP por su clericalismo no estaban exentas de razón. Lamentablemente.