Nos quejamos de vicio. Sólo hay que fijarse en Bolivia, con el presidente de la República en huelga de hambre. Parece que el Parlamento le ha salido respondón y no le quiere apoyar. Su amigo Fidel, el padrecito cubano, ha declarado: Eso le pasa por empeñarse en convocar elecciones.
Pero Evo tiene todas las de ganar. Le basta con mascar unas hojitas de coca cada día y se puede tirar ayunando hasta que haya una democracia en Cuba, hasta que los clérigos iraníes se hagan laicos, hasta que Zapatero diga dos verdades seguidas, hasta que a Pepiño Blanco se le pase la mala baba testicular contra el PP, hasta que Fernández de la Vega apruebe unas oposiciones para jueza o hasta que al PNV se le pase el sofoco.
Y uno se pregunta: si el presidente de la República hace una huelga de hambre para presionar al Parlamento qué tendrá que hacer el lider de la oposición boliviana, ¿abrirse las venas?
Lo dicho. Aquí nos quejamos de vicio.
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