miércoles, 15 de abril de 2009

La estrella de plastilina

Foto: Efe

La falta de memoria de los españoles es más que preocupante. Ya no se trata de que olviden la historia más reciente, sino que olvidan lo de anteayer. Puede que se trate también de un problema moral o, mejor, de falta de moral. Sólo desde esta amoralidad puede entenderse los parabienes que José Blanco, el flamante ministro de Obras Públicas, le dedica a Esperaza Aguirre, a quien, hasta ayer, calificaba como la bestia parda de la “derecha extrema”.

Lo que hace ahora Pepiño es lo normal en un país normal. Lo que no es normal es lo que hacía Maleni, su antecesora, sin que al presidente del gobierno se le moviera una ceja. Tampoco eran normales las declaraciones guerracivilistas que enarbolaba Blanco contra sus adversarios del PP. Esperanza, por su parte, se muestra encantada. Yo que ella me tentaría la cartera.

Pepiño tiene vocación de estrella. Estrella, por el momento, de plastilina: parece el hombre bastante maleable. Veremos qué forma adopta al final y veremos también si eso tiene alguna importancia en medio del desastre.

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