viernes, 10 de febrero de 2012

Una izquierda preocupante

No por esperada es menos preocupante la respuesta de la izquierda española a la sentencia condenatoria del juez Garzón. Queda claro que la izquierda española no entiende la democracia y el estado de derecho de la misma forma que el resto del mundo liberal. Lamentablemente la comprensión de la democracia que tiene la izquierda española se parece más a la de los estados totalitarios. Hasta Franco creía que lo suyo era una “democracia”. Si la izquierda española no es capaz de comprender que un juez no puede espiar las conversaciones entre los imputados y sus defensores –algo que está al alcance de cualquier estudiante de primero de Derecho- ello quiere decir que en España tenemos un gravísimo problema político. Un problema político que se superpone a la crisis económica, con ser esta de primera magnitud.

No es creíble que Garzón no supiera que estaba infringiendo la ley cuando ordenó las escuchas. No es creíble que Garzón quisiera suicidarse profesionalmente, aunque esto no deja de ser una hipótesis razonable. Quién sabe lo que se esconde en el fondo de la mente de un hombre. Habrá que concluir entonces que al juez Garzón no se le pasó por la cabeza la posibilidad de que fuera denunciado o, si se le pasó, nunca creyó que algún tribunal se atreviera a condenarle.

Una sentencia como esta era imprescindible para que los garzones del futuro se lo piensen antes de infringir la ley y los principios básicos de la democracia liberal. Pero la mentalidad totalitaria de la izquierda española no parece que pueda solucionarse con una sentencia judicial. Y eso si que es letal para la nación.

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