domingo, 5 de diciembre de 2010

Entre la cadena perpétua y los lacitos verdes

“No hay perdón para los asesinos.  Los queremos en la cárcel para siempre”

Me pregunto cuántos de los políticos asistentes al homenaje celebrado en Azpeitia (Guipúzcoa) al empresario Ignacio Uria, asesinado por la Eta hace dos años, pondrían su firma al pie de la carta hecha pública por la familia de la víctima.

¿Urkullu, Egibar, Markel Olano, Aintzane Ecenarro?

Sigo: ¿Rodolfo Ares, Rafaela Romero?

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Por su parte, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y su esposa Rafaela Romero, presidenta de las Junta Generales guipuzcoanas, son más bien partidarios de los lacitos verdes. 

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Un poco tarde ¿no?

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